¿El ciclismo en que beneficia al cuerpo humano?

Una vez que lo pruebes no podrás resistirte. La sensación de autonomía, la facilidad con la que la bicicleta devora kilómetros, la gran mejora física que experimentarás con un ejercicio el que además no hay golpeos continuos, ni pivotamientos como en los deportes de sala que puedan dañar tus articulaciones, una actividad que te permitirá salir, respirar, ponerte en forma, viajar y hacer turismo a pedales... sentirte libre en definitiva.
Un acertado eslogan de una antigua marca de bicicletas estáticas afirmaba que “quien mueve las piernas mueve el corazón”. Real como la vida misma, montar en bici hará que todo tu sistema cardiovascular se vea sometido a un trabajo importante, teniendo que alimentar a unos músculos ávidos de oxígeno y nutrientes durante un tiempo generalmente muy largo. Esto hace que los ciclistas sean atletas con niveles de VO2 máximo muy elevados, con una excelente condición aeróbica que supone una buena base para la práctica de cualquier otro deporte.
La bicicleta te da esa base aeróbica haciendo que tus músculos sean más eficientes a la hora de aprovechar al máximo el oxígeno, consiguiendo una mejor vascularización (construirás capilares nuevos y aumentarás la circulación en los ya existentes).
A nivel muscular el motor principal es el cuádriceps, en la cara anterior del muslo, ya que el gesto más importante es la extensión de la pierna para presionar sobre los pedales en sentido  descendente. También se realiza un trabajo considerable de la musculatura de la cara posterior de la pierna y muslo: isquiotibiales y gemelos, con una importante intervención de los glúteos. Como apenas hay movimientos laterales, los aductores y abductores de la cadera prácticamente no intervienen.
En el tren superior destaca el trabajo constante de los tríceps, esos musculitos que tienes por la parte de atrás del brazo, para mantener la posición del torso. También trabajan sin interrupción los músculos lumbares, igualmente para mantener la postura, del mismo modo que la musculatura extensora de la cabeza. Los antebrazos, bíceps y pectorales también intervienen, en menor medida.
Los más preocupados por la estética y los que busquen el equilibrio corporal, que deberíamos ser todos, harán bien en trabajar brazos, dorsales y abdominales en el gimnasio para conseguir un cuerpo más armónico y  completo. El tipo de ejercicio tiende a acentuar la definición muscular (es predominantemente aeróbico y por sus características permite realizarlo en sesiones muy largas), ayudando sobre todo a perder grasa en todo el cuerpo a la vez que mejora mucho el tono de muslo y pierna.
Además de todo lo mencionado, la práctica del ciclismo reduce el estrés, aumenta la capacidad pulmonar, refuerza el sistema inmunológico, acrecienta la elasticidad, mejora la coherencia motriz, reduce la celulitis, retrasa el envejecimiento y, en general, provoca bienestar. En definitiva, los beneficios que da montar en bicicleta son casi incuantificables. Si ya practicas este deporte, enhorabuena. Si no, y tienes un poco de curiosidad al respecto (y una mínima condición física) anímate: incrementarás tu autoestima, salud y sensación de libertad mientras ejercitas tus músculos en primera persona.

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